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Kurtzes Bedencken Von denen Acten-maeßigen Relationen Wegen derer Vampiren


Martin Zeiler

Portada de Kurtzes Bedencken Von denen Acten-maeßigen Relationen Wegen derer Vampiren

Gottlob Heinrich Vogt, doctor en medicina, escribió este opúsculo publicado en Leipzig, en 1732, por August Martini, para rebatir las opiniones vertidas por un autor que firmaba como E. W. S. G. en una obra titulada Acten-mäßige und Umständliche Relation von denen Vampiren oder Menschen-Saugern, obra de la que nos hemos ocupado aquí.

El texto original del opúculo del Dr. Gottlob Heinrich Vogt puede leerse aquí.

Discute el autor en esta obra la idea de W. S. G. E. de que el vampirismo se deba a que, una vez que el alma se ha retirado del cuerpo, queda el espíritu, conectado al Espíritu del mundo. La idea de que Dios creó la materia con vida, porque no puede crear nada muerto no le parece correcta al autor, ya que hay objetos inanimados en los que no se observa ningún cambio ni crecimiento, como las piedras. Para él son cosas muertas.

Dice además que si los vampiros se crean porque el espíritu se queda en ellos todo el mundo debería ser vampiro y permanecer incorrupto cuando muera. Además le parece maravilloso que pueda haber un espíritu encerrado en el cuerpo sin poder salir.

Explica el caso de la mujer embarazada por su marido cuando éste ya había muerto aduciendo que simplemente la mujer ya estaba embarazada cuando su marido murió, y que ella, enferma como su marido, creyó ver a su marido durante el sueño febril propio de la enfernedad.

Las marcas rojas son producto de la enfermedad. El grito del vampiro es algo que se produce siempre que se libera el aire almacenado en el cuerpo. Afirma también que la incorruptibilidad no procede del Espíritu del mundo ni del lugar, porque si no todos los cuerpos serían incorruptibles.

Recuerda el autor que, como ejemplo de lo que puede ocurrir con el vampirismo, los que han sido mordidos por perros rabiosos manifistan miedo al agua y experimentan todo tipo de fantasías y delirios debido a un veneno que afecta al cerebro de los infectados. Dice además que ha curado a personas mordidas por tarántulas con síntomas similares. Sugiere que la epidemia de vampirismo podría deberse al consumo de carne de reses envenenadas.

Afirma, para concluir, que no existe el Espíritu del mundo; que el hombre se compone sólo de un cuerpo terrenal y el aliento divino.

© 2021. Del texto y traducciones, Javier Arries

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